Raíces de ciudad

El pintor ecuatoriano Marco Martínez Espinoza le rinde un homenaje a la ciudad serrana de Cuenca.

HOMENAJE A CUENCA

Cuando por primera vez llegué a esta ciudad me conmovieron las montañas que la abrazan, los ríos que la bañan y el paisaje urbano con sus templos así como sus antiguas y hermosas casas. Hoy es una urbe en constante crecimiento a la cual rindo mi imperecedero homenaje de cariño y gratitud.

~ Marco Martínez Espinoza

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Lo que dicen los críticos…

Alexandra Kennedy Troya > Historiadora de arte y catedrática de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador

La visión de Marco Martínez Espinoza —sus ojos y pinceles— se adentra extasiada y tímidamente por los hiucundos, la densa selva o los enloquecidos ríos serpenteantes. Sigue una tradición de muchos siglos, sigue lo que llamo la cadena generacional. Sin saltarse ni un solo paso, imaginó el paisaje como lo habían hecho en su momento Troya o, actualmente, el cubano Tomás Sánchez. No dejó de entrenarse en él, de regodearse en él. Mas el pincel, el lápiz o la mano siguen los rasgos que los ojos miran, que el intelecto sugiere o que el alma percibe. Y hay impactos en la vida que le hacen a uno fijarse, posicionarse en una nueva constelación. Martínez empezó a observar con su hijo Juan Pablo una región poco explorada por artistas e ilustradores: el bosque seco, el claro cielo, la brillantez del tronco sin una hoja, el copo de una lana que nace del ceibo y vuela enloquecido sin rumbo alguno.

Inés M. Flores > Historiadora de arte

En esta muestra, el maestro Marco Martínez Espinoza nos permite, al menos imaginariamente, apartarnos por un momento del tráfago citadino de una urbe donde la modernidad, de manera avasalladora, se ha impuesto sobre el tranquilo decurso de las horas de un pretérito cercano.

El arte de Martínez se nutre, en gran medida, del conocimiento científico de la vegetación de nuestra geografía, y entonces aparecen las flores y los animales, como para ilustrar unos catálogos de botánica y de zoología. Pero no es solamente el conocimiento del tema el que guía la mano de este artista, sino el amor al mundo vegetal y a los vertebrados e invertebrados que pululan en sus lienzos.

Jorge Dávila Vásquez > Escritor y crítico de arte

Esta muestra es no solo la evidencia mayor de la maestría a la que Marco Martínez Espinoza ha llegado, en cuanto al uso del color, a la flexibilidad compositiva, a la capacidad de evocar la realidad representada, con un poder creativo que asombra, conmueve, encanta, sino también una especie de vasto poema a la Pachamama, esa tierra madre que abraza la ciudad, con sus ríos, sus montañas, las piedras que brotan de su entraña, las nieblas y las nubes que la sobrevuelan, como aves legendarias.

Rodrigo Villacís Molina >  Crítico de arte y literatura, periodista y catedrático universitario

Martínez se da a conocer, en principio, por su dominio de la acuarela, técnica a la que él dedicara mucho estudio y práctica, fascinado por las posibilidades que ofrecen esos delicados pigmentos. En su obra, que adopta como tema el bosque húmedo, aparecen formas neofigurativas, a veces explícitas y otras mimetizadas con hojas, troncos, ramas; pero siempre con una disimulada carga erótica. Después el pintor descubre, al sur del país, el bosque seco, con los ceibos, que simulan cuerpos humanos y el abrazo amoroso de la pareja. La búsqueda de nuevos materiales le lleva a ensayar una mezcla de óleos, acrílicos y tintas, convirtiéndose en un aprendiz de alquimista, que al cabo de innumerables experimentos consigue lo que buscaba: la mezcla adecuada para alcanzar lo que yo llamo “texturas virtuales”, porque no responden al tacto, pero producen un efecto visual de asperezas y relieves. Es una técnica desarrollada por Martínez, que ciertamente constituye un aporte al oficio de pintar.

Autoretrato de Marco MartínezMarco Martínez (Ecuador, 1953) se graduó de arquitecto en la Universidad de Cuenca en 1977. Desde 1986 participa en exposiciones colectivas y en salones de pintura en el país. Su pintura vinculada con la naturaleza empieza con la exposición “Homenaje al Bosque Tropical” en 1994. Con la Exposición Itinerante “Equator and its natural environment”, en la Organización de Estados Americanos, Washington, D.C., Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, Ginebra, Suiza, y Unión Postal Universal, Berna, Suiza, en 1998, inicia su etapa de exposiciones internacionales que lo han llevado a Estados Unidos, Francia, Suiza y Gran Bretaña. Actualmente trabaja e investiga sobre nuevas técnicas en su taller en Cuenca, Ecuador.