Servio Zapata: Naturaleza indomable

Con una exuberancia de verdor y una vastedad de detalles, el pintor Servio Zapata le canta a la naturaleza y la armoniza con la maravilla. Dos críticos de arte ofrecen sus visiones sobre la obra de este pintor ecuatoriano.

La obra pictórica de Servio Zapata es extensa. Este pintor incansable que nos revela la expresión más pura del paisaje hiperrealista es poseedor de una mirada aguda y un lirismo marcados. Sus obras son ventanas a mundos profundamente verdes, vaporosos o cristalinos, creados por pinceladas tan precisas que ponen en duda al espectador de si está asistiendo a una obra fotográfica o a una pictórica. La maestría de Zapata no sólo se revela en la técnica y la belleza de sus obras, sino también en la asimilación de una naturaleza indomable, aprendida y vivida desde su niñez en Zaruma, su ciudad natal, una joya engarzada en los Andes ecuatorianos rodeada de exuberante vegetación y absorta en la distancia. A continuación, dos críticos de arte se adentran en el mundo de Zapata y vislumbran el arte detrás del paisaje.

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Una constante en la obra de Servio Zapata es la pasión del artista por la naturaleza. Él la toma, amorosamente, en cada uno de sus cuadros, grandes o pequeños, y la recrea con arte sumo; ella le provee de los motivos, alimenta sus sueños, copa toda la pintura de este hombre entregado a su oficio, devotamente, como si fuese una religión, y él su sacerdote, su oficiante. Sí, porque esas visiones de árboles que por sí solos constituyen islas, forman archipiélagos, llenan el lienzo con su infinita vitalidad, no hace más que revelar una y otra vez esa suerte de evangelio del verdor, que se predica sin fin, en diversas superficies, revelándonos el milagro que se multiplica interminable, y que parece continuar de una pieza a la otra, renovando en el espectador el asombro ante una capacidad generadora del paisaje que no parece tener límites visibles.

Los mundos que nos entrega Zapata son y no son hijos de la realidad externa. Lo son, en cuanto conocemos los referentes: esa vegetación de la costa, de los bosques húmedos, de las tierras ribereñas de los grandes ríos, esa pasión infinita que es el cósmico e inagotable magma de la Creación en el que parece latir todavía el espirítu del Génesis. Y no lo son, porque cada cuadro, individualmente, aunque tenga afinidades con el resto, es un universo en sí mismo, un orbe misterioso al que el artista ha prodigado sus saberes mágicos de demiurgo, para irlo construyendo, hoja por hoja, tronco por tronco, rama por rama, en una vasta estructura musical que nos arrebata, nos envuelve, nos encanta.

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Con una dedicación al trabajo verdaderamente ejemplar, Servio Zapata ha producido una colección vastísima del paisaje tropical y subtropical. Su mirada se ha proyectado a lejanos y recónditos valles o se ha perdido en el horizonte marino, como también ha detenido su atención a la sombra baja de las matas de cacao, y también se ha convertido en un argonauta de las frondas selváticas que se abre paso entre gigantes arbóreos y cortinas de helechos y cristalinas cascadas.

Zapata en sus pinturas se aparta de lo netamente bucólico y atemporal, pero privilegiando lo específico, con una captación contemporánea, introduciendo lo insólito, incluso absurdo, abriendo espacios desolados en medio de la fronda, producto de un hondo lirismo.

Con ello Zapata se convierte como artista en el creador de paisaje cultural, que es una realidad compleja, integrada por componentes naturales y culturales, tangibles e intangibles, cuya combinación configura el carácter que lo identifica como tal, por ello debe abordarse desde diferentes perspectivas.

En tiempos donde las vertientes artísticas deambulan por zonas inesperadas y alejadas del auténtico arte, la obra de Zapata no sólo entra en posesión del “Don”, sino que también nos invita, con la luz que ilumina desde distintos ángulos su paisajística, a la contemplación de la prolijidad, la frescura y poderosa visión cromática que nos conmueve, transportándonos a una encumbrada comunión mimética entre lo real-maravilloso.

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S. ZapataServio Zapata González (Zaruma, Ecuador 1969), es considerado por la crítica como el paisajista hiperrealista y sensorial más importante de Latinoamérica. Realizó sus estudios en el Colegio de Bellas Artes de Machala y en la Universidad del Azuay. Ha expuesto tanto en Ecuador, así como en Estados Unidos, Noruega, España y la ultima en China, en la Feria de Arte Contemporáneo Beihim (2013). Su obra ha sido publicada en diferentes medios y revistas especializadas y varias de ellas han sido subastadas en Sotheby’s y Christie’s en Nueva York.

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